Fotografía por: El Informador |
Por el año de 1542 el conocido Parque Morelos de la ciudad de Guadalajara era un espacio totalmente abierto. Lo utilizaban las mujeres como sitio de lavandería e incluso como tiradero de basura. Casi 200 años permaneció en esta usanza y fue en 1750 cuando el gobierno de ese entonces decidió establecer ahí el que llamaría Parque Alameda y el Paseo San Juan de Dios.
Según consta en los archivos ésta alameda sería el primer parque de la localidad que en esos ayeres su ubicación correspondía a las afueras de la ciudad. Poco a poco la alameda fue quedando en el olvido. La metrópoli creció, y otros parques y sitios de recreación surgieron con el paso de los años.
Llegó el
siglo XX. Faltaban once años para que terminara el periodo del porfiriato mientras
que en el país se registraban importantes avances en materia de desarrollo
económico y comercial. Iniciaba también
la lucha por la independencia, se formuló la nueva Constitución donde quedó
establecido un código laboral, donde quedó establecida la prohibición de la
reelección presidencial, en la que se expropió el patrimonio de las órdenes
religiosas y se restablecieron los terrenos comunales a los indígenas.
Así sucedía
el México de entonces, cuando en el Ayuntamiento de Guadalajara decidió restaurar
aquel primer parque de la ciudad que por muchos años había permanecido en el
olvido. En 1932 aparece en la escena el arquitecto Rafael Urzua Arias quien
trabajaba en el área de obras públicas en el gobierno local. A él se le
encomendó la tarea de remodelar la alameda y con el rediseño también devino la
ampliación y con ello también el fraccionamiento de algunas vialidades
importantes como Doctor Baeza en la que más tarde se construiría la primera
Cruz Roja de la ciudad, donde se edificó una escuela primaria y el inmueble
utilizado por la Dirección de Tránsito que antes sirvió como institución
educativa en el grado de secundaria.
Durante los
años posteriores a su remodelación el Parque Morelos se fue convirtiendo en el
sitio de reunión familiar los fines de semana y de las tradicionales nieves
raspadas. Así pasaban los días tranquilos en el Parque Morelos, las noches no
tanto, pero permanecía el Parque Morelos con sus nieves, con sus pasillos, con
su historia.
“Nosotros cada domingo veníamos al parque
con la familia, nos tomábamos una nieve, nos sentábamos aquí en lo fresco y
aquí nos la pasábamos agusto. Como que era la única parte con árboles aquí por
el centro de la ciudad y pues nos gustaba. Ya luego pues fue creciendo todo
esto y descuidaron mucho el parque, ya no era lo mismo. Pero cuando dijeron que
querían hacer aquí unas villas pues si sentí que estaba mal porque iban a
quitar todos los árboles y no había otro lugar así cerca”, afirma la Señora Mary de 59 años con
quien recorro los alrededores y quien me va contando sus historias mientras
caminamos.
Llegó el año
2000, entró el nuevo milenio, el siglo XXI y con ello la oportunidad de “entrar”
en la era digital, de las nuevas tecnologías, de “darle a Jalisco un lugar en
el mapa”, según las consideraciones del casi saliente gobernador panista Emilio
González Márquez, quien en 2007 tomó posesión de la administración estatal. Motivado
por ese “lugar” que merecía Jalisco propuso al Estado como sede de los Juegos
Panamericanos a realizarse en el año 2011.
Guadalajara,
fue elegida de entre 42 ciudades por la Organización Deportiva Panamericana
(ODEPA) para ser sede del evento deportivo durante la asamblea celebrada en
Buenos Aires, Argentina en 2006. Entonces, recibimos la estafeta y la
planeación de los juegos, la remodelación de inmuebles, calles, avenidas, la construcción
de estadios y villas de estancia iniciaron.
Por 2009, a
dos años del gran evento, se anunció que la edificación que se conocería como
Villa Panamericana y que albergaría a los atletas que acudirían a los juegos se
construiría en el Parque Morelos. Los arquitectos del proyecto consideraban que
el espacio era idóneo, aunque ello contemplara derrumbar las casas y negocios de
algunas cuadras a la redonda del parque a lo que vecinos de la zona se
opusieron. Los argumentos: es una zona de reunión familiar, con muchos años de
tradición. Ahí continuaban en pie muchas de las edificaciones de la Guadalajara
antigua, las de altos techos y marcos en cantera labrada. Algunas de ellas con
urgente necesidad de atención pero que ahí seguían. La pugna fue tal que el
comité organizador tuvo que replantearse la ubicación de la Villa Panamericana.
Finalmente tras tomar en cuenta diversos territorios, informó a los
jaliscienses que la nueva sede sería en la zona del Bajío, junto al Estadio
Omnilife, la muy recientemente nueva casa del equipo de futbol Club Guadalajara.
Entonces
parecía que el Parque Morelos había librado tal batalla, cuando surgió otro
proyecto pensado para este lugar. Y dijeron: -¡Construyamos una ciudad creativa
digital aquí! Es la era de la tecnología y no nos podemos quedar atrás-. Así,
el 30 de enero de 2012 el Presidente Felipe Calderón anunció que la CCD sería construida
en ésta capital con la que se buscaba atraer la inversión privada de empresas
en el ramo del entretenimiento, el diseño y las artes digitales, además que
previeron la generación de inversiones por más de 10 mil millones de dólares y
la creación de 25 mil empleos directos.
De acuerdo a
lo declarado por Octavio Parga Jiménez, presidente de la sede Occidente de la
Cámara Nacional de la Industria Electrónica, de Telecomunicaciones y
Tecnologías de la Información (Canieti) al periódico El Informador el pasado 6
de septiembre, la segunda etapa de la elaboración del proyecto está ya en
marcha y espera que sea a finales de este año cuando se haya concluido.
Sobre la
nueva “ciudad digital”, dice la señora Mary, no entiende mucho. Dice que “eso de la tecnología a ella no se le da”,
pero que sabe que “las nuevas
generaciones ya saben bien de todo eso
de la tecnología” podrá ser un buen lugar para ellos.
Nos sentamos
cerca del lugar para admirar el alma antigua del Parque Morelos, y Mary
tranquila como recordando esos fines de semana aquí me confiesa resignada: “como ya no hay vuelta atrás quisiera que
este nuevo proyecto mantuviera el alma del querido parque, es decir el de ser
un lugar de sano esparcimiento y reunión familiar”.
*Publicado por primera ocasión en Arvisa Radio el 19 de septiembre de 2012.
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